Hermanas. Hermanos.
Compañeros de historia.
Testigos de lo que fue.
Intérpretes distintos de una misma infancia.
No siempre fue fácil entre nosotros.
A veces fuimos espejos incómodos.
O rivales inconscientes.
Cuerpos pequeños intentando sobrevivir con lo poco que había.
Hoy no vengo a pedir cuentas.
Vengo a miraros con los ojos del alma.
A ver al niño. A la niña.
A quien también necesitó, buscó, calló, lloró.
Sé que cada uno de nosotros se armó como pudo.
Con máscaras distintas.
Con estrategias únicas.
Pero todos con el mismo anhelo profundo: sentirnos amados.
Tal vez yo me alejé.
Tal vez tú te volviste duro.
Tal vez fuimos injustos.
O aprendimos a no nombrar.